Romeo y Julieta, de William Shakespeare

Obra de teatro publicada en 1597. Dos familias enfrentadas: los Capuleto y los Montesco. Dos preadolescentes que protagonizan un auténtico drama.

La acción transcurre a mediados de julio, desde las primeras horas de un domingo hasta las primeras de un jueves. La precipitación de los acontecimientos permite un dramatismo bastante perceptible por el lector.

Uno de los rasgos más sobresalientes de Romeo y Julieta es su exuberancia lingüística. Shakespeare realiza una generosa exhibición de su fuerza poética y retórica, y resulta una delicia.

Y no puede faltar la reflexión inherente a esta historia: Romeo y Julieta ¿iconos del amor romántico? Esta historia se ha convertido en representación del amor ideal a causa del flechazo que surge a primera vista entre los dos protagonistas, la escena del balcón y el drama. Aunque después de leer la obra, en mi opinión, se resume mejor con la siguiente frase “no lo llames amor cuando quieres decir sexo.”