Expiación, de Ian McEwan
La novela está dividida en tres partes muy diferenciadas y un último capítulo que pone el broche final a la historia.
En la primera parte la acción transcurre durante el verano de 1935, en la casa de campo de la familia Tallis.
La hija pequeña, Briony, parece tener una cierta sensibilidad artística, vive abstraída en su mundo interior, le encanta escribir.
La hija mayor, Cecilia, no logra encontrar su lugar en el mundo. Acude a la Universidad de Cambridge, aunque por aquella época las mujeres no podían graduarse. Tiene una extraña relación con el hijo de la criada.
La madre, Emily, adolece de jaquecas diarias, típica mujer machista que piensa que Cecilia está perdiendo el tiempo yendo a la universidad en vez de buscar marido.
El padre, Jack, pasa olímpicamente de su familia.
Durante este verano tendrá lugar un hecho trascendental que cambiará el curso vital de todos los personajes.
La segunda y tercera parte se desarrollan en Francia y en Londres, respectivamente, durante la II Guerra Mundial. Historias de soldados británicos en retirada. Descripciones de los horrores de la guerra.
La culpa, asumir las consecuencias de nuestros actos u omisiones, tratar de alcanzar la expiación a través de la escritura. Y de telón de fondo, la guerra.
¿Hasta qué punto puede nuestro temperamento arrastrarnos a parajes sin retorno? ¿Es posible expiar nuestras culpas mediante el sacrificio de una vida austera, como penitencia autoimpuesta por un error cometido? ¿Es la escritura un modo de justicia? Y si así fuere, ¿bastaría con reescribir la historia para redimirse?
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